Calles Advocats gana el caso del profesor Abel Martínez delante del TSJC

El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya ha dado la razón a la familia del profesor Abel Martínez, asesinado el año 2015 por un alumno, representada por el bufete. El caso se archivó por la via penal porque el autor era inimputable, al tener solo trece años. El Consorci d’Educació de Barcelona, formado por el Departament d’Ensenyament de la Generalitat y el ayuntamiento de la capital catalana, determinó que no había ninguna negligencia por parte del centro, y declinó cualquier responsabilidad. Fue entonces cuando la familia de Abel acudió a la via judicial, con el asesoramiento de Calles Advocats. Con la nueva sentencia, la Generalitat de Catalunya tendrá que indemnizar con 250.000 euros a los padres y al hermano de Abel Martínez. La sala contenciosa administrativa del alto tribunal catalán ha estimado parcialmente la demanda presentada por la familia después de llegar a “la ineludible conclusión que la Administración de la Generalitat tiene que responder a lo que sucedió en el instituto Joan Fuster el día 20 de abril del 2015”, por dos razones. La primera, que la conserjería del instituto permitió la entrada del alumno cuando pasaban diez minutos del inicio de las clases, algo que no estaba permitido. Y la segunda, que no ha acreditado que tomara mesuras para controlar el menor aunque sabía que era conflictivo. La sentencia concluye que “no se cumplieron los estándares de seguridad a que tiene derecho toda la comunidad educativa, que abarca tanto alumnos como profesores y otros empleados de centros educativos, que tienen derecho a esperar y a exigir seguridad dentro de unas instalaciones dedicadas a una misión tan delicada, de valor y protección constitucional”. El profesor, de 35 años, murió en ser apuñalado por un alumno que llegó tarde al centro armado con una ballesta y un machete, y que también hirió a una profesora.